jueves, 22 de diciembre de 2016
El mensaje
—¡Profesor, venga a ver esto! —gritó el joven, excitado por el hallazgo.
—¿De que se trata, muchacho? —Respondió el hombre, de unos sesenta años.
—Es una tabla con inscripciones.
El profesor tomó el objeto y lo contempló durante varios minutos, sorprendido por la magnitud del descubrimiento.
—Avisa a la Tierra; que envíen al paleógrafo más capacitado.
El aprendiz corrió a la nave para cumplir el mandado.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
El viajero del tiempo
Rodrigo Arismendi era un hombre adinerado y de buen semblante, con una característica nariz aguileña y ojos color avellana. A pesar de ser un exitoso hombre de negocios, su verdadera pasión eran las novelas, en particular las de ciencia ficción que abordaban la temática de viajes intertemporales. Solía pasar horas, absorto en sus pensamientos, imaginándose viajando a lugares y tiempos de los que hoy solo se tiene conocimiento gracias a los libros.
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